La malagueña dio una lección magistral en la capital, que fue su hogar en los primeros años de su carrera.
Visiblemente emocionada salió Anni B Sweet ante un expectante Teatro Calderón que mantuvo un silencio sepulcral solo para proferir extensos aplausos.
Comenzó sola bajo los focos, hipnotizando a la audiencia con dos canciones pertenecientes a su primera etapa: Shiny Days y Locked in verses. Poco depués se fueron incorporando Víctor y Julia de Rufus T Firefly, y una novedad en su formato acústico, su bajista de siempre Jesús Chumillas, que transformaron su “Universo por estrenar” en una ensoñación cósmica de sonidos flotantes y psicodelia pop, con filigranas preciosistas de cambios de compás solo al alcance de músicos de alto nivel.
Deleitó a la audiencia con versiones de Antonio Arias -con el que colabora en su nuevo proyecto- Lori Meyers y Coque Malla.
Un concierto magistral, elegante y muy emocionante en el que se vieron lágrimas entre el público y bocas tan abiertas que se dibujaban bajo la mascarilla ante su asombrosa voz, una de las más fascinantes y versátiles.
Apenas hubo teléfonos grabando, imposible dejar de poner todos los sentidos en la magia que estaba sucediendo el escenario.
La podremos ver en distintos formatos (acústico, cuarteto acústico, eléctrico) próximamente. El 30 de abril estará -con todo agotado desde hace meses- en la sala BBK de Bilbao y el 8 de mayo en el Teatro Liceo de Salamanca.
Fotos: Óscar Rivilla
