Samantha Hudson lanza «Disco Jet Lag» feat. La Prohibida y Putochinomaricón
¡Ya está disponible en todas las plataformas digitales!
Tras 3 soldouts en el Teatro Lara de Madrid y otros tres en el Teatro Poliorama de Barcelona, Samantha Hudson anuncia 4ª fecha en Barcelona el 27 de junio y otra cuarta fecha en Madrid para 10 de julio con Eutanasia Deluxe.
La Reina de los Bajos Fondos nos presenta Disco Jet Lag, su tercer single con el sello Subterfuge. Samantha Hudson da un paso más allá en su trayectoria musical, atreviéndose con una canción de ritmos discotequeros y un sonido que bebe directamente de la música pop de la última década.
Con Putochinomaricón pilotando la producción musical de este nuevo tema, la cantante más sin vergüenza del panorama musical actual, nos regala su primera colaboración, de la mano de La Prohibida.
Dos generaciones de transformismo y vanguardia destiladas en una obra ambiciosa a la par que pegadiza. Disco Jet Lag es un híbrido perfecto entre homenaje y crítica sin pretensiones al mundo de la noche y la cultura del club, los cuáles se han visto realmente afectados por la reciente pandemia de la Covid-19. Erotismo, abatimiento y frenesí son los pilares que conforman la narrativa de esta oda triste en clave de fiesta, perfectamente retratada en su correspondiente videoclip, dirigido por Fran Granada -realizador con el que repite tras el éxito de «Dulce y Bautizada»– y acompasado por múltiples cameos de diversas artistas drag contemporáneas. Un relato eurítmico que nos traslada la congoja de un universo agridulce e histriónico, castigado por la situación sanitaria actual y atenazado por dos sentimientos que se riñen en la pista de baile: no poder más con tu vida y querer extender la diversión hasta el infinito.
Samantha dedica este tema con mucho con cariño a toda la divergencia cultural, a las juglaras y las trobadoras que viven en los antros, a las travestis y a las DJs, a las monstruas que viven del arte y a las que no son artistas pero lo llevan por dentro, a las anónimas y a las no-tan-anónimas, a las bailongas y a las disfrutonas, a la masa enaltecida cuando suena su tema y a la caterva compungida cuando se enciende la luz en la escena, a las bandas, las pandas y el gentío y también a la estrellona que se hace a sí misma compañía. Por la cultura del club, los bajos fondos y la sinergía de la juerga, por los afters, las resacas y todos sus remordimientos, por la música y la coreo, por el playback y el directo, por la discoteca y su jet lag.
En definitiva… ¡Por la fiesta, que es la misa del deleite y la homilía del buen rato!
Foto: Gonza Gallego