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Hoy se publica “No tengo nada”, cuarto y último adelanto de “Muerde la bala”, el álbum póstumo de Toño Martín, cantante y compositor de Burning desde 1974 hasta 1983

  • Un valioso hallazgo que llevaba más de 30 años oculto verá la luz el 6 de septiembre.
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  • “No tengo nada” parte de ‘El Caballero de los Siete Rubíes‘, un cuento escrito por Toño Martín sobre un príncipe que lo tenía todo, pero huyó de su reino en busca de algo que creía que le faltaba.

El rock en español no sería tal sin la existencia de Toño Martín, cantante y compositor de Burning de 1974 a 1983 y fallecido en 1991.

El autor de «¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?», «Es especial» o «Mueve tus caderas» y que enseñó a cantar y a cómo moverse en un escenario tanto a su generación como a las posteriores, se marchó demasiado pronto y dejó incompleto su legado. Un valioso hallazgo que llevaba más de 30 años oculto, acaba de cerrar el círculo y cambia el curso del relato.

El 6 de Septiembre verá la luz el álbum póstumo de Toño Martín, canciones que compuso y grabó desde 1983 hasta su muerte, en un vinilo de edición limitada y numerada, acompañado de un libreto de 20 páginas con fotos inéditas de Alberto García-Alix, Valhonrat, Ouka Leele y del álbum privado de la familia, además de textos de músicos, escritores, periodistas y amigos, ilustraciones y memorabilia varia.

«Muerde la bala» llega arrojando luz sobre uno de los personajes claves de la Historia de la música de nuestro país.

Es sin duda el hallazgo del año.

– Hoy, 21 de Agosto , se publica en plataformas digitales «No tengo nada», el cuarto y último adelanto de “Muerde la bala» tras “Angel caído»«Demasiado orgulloso para pedir perdón» y «Todos Tus Trucos».

🎧 Escucha «No tengo nada» de Toño Martín en plataformas digitales

«No tengo nada» es una canción que surge de  ‘El Caballero de los Siete Rubíes’, un cuento escrito por Toño Martín sobre un príncipe que lo tenía todo. Su bello reino, su amante esposa, su preciosa hija, sus súbditos le querían y reinaba la armonía.

Pero algo le faltaba. No sabía bien el qué y se fue a buscar esa piedra filosofal. Corrió mil aventuras y de repente, un día se dio cuenta de que lo había encontrado. Esa piedra era su propio reino, su esposa, su hija. Ya lo tenía. Y para encontrarla tuvo que perderla. De ahí la ironía y el sarcasmo de “No tengo nada».